Amor enfermo

Joshu Sasaki, fundador de Mount Baldy Zen Center en California y el orden Rinzai-Ji de centros adscritosUna vez más, un escándalo se presenta ante los medios budistas.

El maestro Zen Jashu Sasaki Roshi, descrito por su biógrafo y cineasta Don Farber como un  “notable tesoro viviente”, ha sido expuesto como otro predador sexual. Y algo aún más increíble es que su próspera comunidad ya lo sabía desde hace décadas, y no habían hecho nada, mientras continuaban reclutando más estudiantes. Es hasta ahora que Sasaki de 105 años de edad se ha retirado de la vida pública, y que el peligro de la implosión ha pasado, que la comunidad ha encontrado el valor de hablar sobre el asunto, y, aún así detrás de  la anónimidad improvisada de la recientemente creada “Osho Council of Rinzai-ji” en donde ningún nombre personal es mencionado.

Lo que me asombra es el asombro. ¿hay quien todavía sigue creyendo que las comunidades budistas son inherentemente diferentes?, ¿que sus estructuras de poder asimétricas, particularmente en las tradiciones tibetanas y japonesas, de alguna manera son inmunes a las flaquezas humanas?

La relación discípulo-guru pertenece a otra época y cultura.

Mas al punto. ¿Es hasta ahora en que finalmente nos estamos dando cuenta que la relación de Guru y discípulo pertenecen a otra época y cultura? Los estudiantes de Sasaki en su centro de California, Estados Unidos, no son vasallos feudales, sino modernos ciudadanos educados en las democracias liberales, entrenados al menos en una rudimentaria imparcialidad científica y estimulados a través de años de educación escolar para pensar por si mismos.

No necesitamos preguntarnos ¿porqué hombres en puestos de poder incontrolado se comportan tan mal?. Lo que necesitamos entender más claramente, o al menos lo que debería de preocuparnos más profundamente, tendría que ser ¿cómo es que las mismas personas que son abusadas les han otorgado el poder tan libremente?

Mis ocho años como monje budista fueron relativamente benignos, pero surgí de ellos despedazado por la incertidumbre. Mi psicología personal fue uno de los factores, pero también es cierto que las comunidades budistas en las que viví ejercieron una poderosa fuerza social en donde mi candidez fue bien alimentada.

¿Qué fue lo que me llevó al budismo? Yo me encontraba insatisfecho con mi cultura nativa, que me aseguraba que era mejor porque otorgaba libertad, aunque yo sabía que tenía un truco, un juego de palabras. Quieren que nos conformemos con la libertad de elección como un reemplazo barato de la libertad de espíritu, que es tan endiabladamente difícil de identificar.

La verdad es que la libertad de elección es onerosa

Sólo el tomar decisiones ya es bastante difícil. Hace mucho tiempo tus ascendientes determinaban tu carrera, tus padres elegían a tu esposo o esposa, tus circunstancias geográficas dictaban tu dieta y tu estilo de vida. El día de hoy nosotros decidimos todas estas cosas y más. Cada día tomamos cientos de decisiones, o miles. Adolescentes estudiantes, pocos de los cuales saben qué quieren hacer con sus vidas, son forzados a hacer decisiones académicas a largo plazo que apenas pueden entender. Pero saben una cosa: que es estresante, y esto es solo el principio.

La verdad es que la libertad de elección es onerosa. La mayoría de las personas se rinden a la presión y siguen adelante. Algunos de nosotros cuestionamos el status quo y llegamos a la conclusión de que esto es una locura, que nuestra sociedad sólo nos está embaucando. Disfrazando a la comida rápida como nutritiva y anunciando la vida rápida como gloriosa. Lejos de traernos alivio, estas perspicacias son los componentes del estrés. Entonces que no nos sorprenda que algunas personas hagan grandes esfuerzos para liberarse de este estrés dejando que otras personas tomen sus decisiones, alguien en quien puedan confiar.

Cuando nos sentimos descorazonados, buscamos elevar nuestro espíritu. La misma sociedad que nos ha atrapado en sus libertades, nos ofrece placeres y distracciones conciliatorias. Pero una vez que ya tuvimos suficiente de esas, nos volcamos a búsquedas más efímeramente espirituales. Esta palabra deliberadamente vaga desafía una definición. Tiene que ver más con lo que no es: no materialista, no convencional, no racional.

Meditación, filosofía, no mente, no dualismo, vacuidad tienen la garantía de hacernos sentir en boga y especiales

Es entonces cuando las cosas se complican. Es cuando crece nuestra vulnerabilidad de la manera menos saludable. Somos tentados por comunidades que nos llenan de abrazos y efusivo amor, con namaste y tashi-delegs, por maestros que dicen ser budas vivientes, por sistemas de meditación, filosofía, no mente, no dualismo y vacuidad que tienen la garantía de  hacernos sentir en boga y especiales. Hasta se nos prometen poderes mágicos y omnisciencia. ¿quién sabe qué es posible y qué no lo es?

La paradoja es que el budismo nos atrae a los más educados de nosotros por su reputación de científico, objetivo, ateo y no religioso. Ninguna de estas es apelativo del budismo. Son un giro moderno, las racionalizaciones urgentes de los occidentales que se vuelcan al budismo después de haber rechazado su propia herencia de cultura y creencias.

Como los Gurus de auto ayuda, los maestros budistas de hoy saben lo que queremos. Para enroscarnos nos prometen el escape del estrés, la paz  mental. Queremos detener la verborrea interna, detener la angustia, detener el sinsentido, detener el tormento… y pertenecer.

En determinado momento en esta búsqueda de refugio abandonamos nuestras dudas y creemos que el Guru es especialmente capaz tanto en su ética como en sus habilidades. Él es más sabio. Confiamos. La comunidad nos lo asegura. Vemos su sinceridad, sentimos el amor que tienen hacia él y somos alcanzados por el mismo amor hacia nosotros. Ellos quieren que nos bañemos en él también. Lo llaman un “tesoro viviente” y nos aseguran sobre sus acreditaciones. Y si es asiático tanto mejor, mucho más fácil.

¿En verdad somos tan simples? Yo lo fui, pero no aisladamente. Yo estaba desesperado, llegando apenas a tiempo a los amorosos y amistosos brazos de la comunidad. Me enseñaron que el dudar es desleal e inmencionable. Que ellos -que nosotros- somos justos y sinceros.

Lo que hacemos a veces es cortar el “darse cuenta” en capas. Es extraño. Todos conocemos lo que se siente cuando por un lado has sacrificado tu autosuficiencia y has comprometido tu integridad, mientras que por el otro te aseguras que es la decisión correcta. Esa duda es insoportable. Cree en la comunidad y compartirás su amor y seguridad; pero también estarás sometido a su justicia.

En las palabras de Alan Watts “Cuando le confieres la autoridad espiritual a otra persona le estas permitiendo bolsearte y venderte tu propio reloj”.

El grupo anónimo de Osho Council of Rinzai-ji que se ha disculpado por Sasaki Roshi y sus tenientes silenciosos ahora se ha comprometido con una “política ética que asegure que este tipo de mal comportamiento que habíamos fallado en atender apropiadamente en el pasado, no vuelva a ocurrir”. Puede ser bien intencionado, pero ¿es realista? Aparentemente no están tan seguros, puesto que han anexado a su declaración la siguiente advertencia “-y será lidiado de manera rápida y apropiada si lo hace”.

Los escándalos sexuales atraen atención porque nos hieren tan tremendamente. El perjuicio es indeleble pero es tan sólo la punta del iceberg. Aún cuando la propiedad sexual se mantiene, la asimetría del arreglo de poder Guru-discípulo ajustan las lealtades que favorecen las personalidades vasallas sobre la verdad y la integridad. Esto es anti democrático. No es liberal y es  engañoso. La relación de poder feudal ha sido arrastrada al mundo moderno bajo el disfraz de orientalismo romantizado. Se encuentra en profunda contradicción con todo lo que el Buda enseñó acerca de trabajar con la experiencia propia. Es necesario no sólo el carisma de un maestro ingenioso, sino también la colusión activa de aquellos que se la compran. El precio de admisión es un poco de duda existencial y una breve fase de debilidad personal. Una vez que estás dentro, la puerta se cierra herméticamente para cualquier duda persistente.

Existe una comunidad natural, no constreñida para contener tus deseos más profundos, sino para acompañarte en los senderos duros de la vida.

Nadie es eternamente fuerte. Todos nos sentimos sobrepasados por las dudas, la tristeza, la depresión, la ansiedad o angustia. Cuando estamos cabizbajos y buscamos soluciones espirituales, entonces es posible que nuestro juicio no solo sea malo, sino ausente.

Yo amo las enseñanzas del Buda. Me parecieron invaluables, y aún me lo parecen. Sin embargo equivoqué budismo por Buda y me perdí en el camino. Fui afortunado de que un día abrí los ojos ante la constreñida rectitud de la vida comunal. Entendí que era momento de tomar camino. Técnicamente yo era libre, no me encontraba bajo ninguna presión ni física ni psicológica para quedarme. Sin embargo me tomó un año entero poder extraerme y soltar mi necesidad de amor y validación de este grupo, dejar ir la imagen que había creado de mi mismo de andar un camino santo y justo para regresar a la franca verdad de que la pureza es una ilusión, de que no había ninguna seguridad y que yo tenía que perseguir el camino mundano solo.

Que de hecho, había estado solo todo el tiempo.

Hay vida después de la comunidad espiritual. Existe una comunidad natural, no constreñida para contener tus deseos más profundos, sino para acompañarte en los senderos duros de la vida. No hay un grupo preexistente ahí afuera esperando por ti. La comunidad real se forma de manera orgánica, espontáneamente. Prepárate para ella viajando ligero. Las personas con mentes iguales no son encontradas en un monasterio particular, en una escuela o un grupo social. Es raro encontrarte con otros con quien verdaderamente comulgues. Eso lo sabemos. Tú sabes eso. Asegurándote dentro de una comunidad cerrada, pretendiendo que estas sano y salvo es una forma segura para no toparte con alguien íntimamente.

Sal de ahí. Vulnerable y honesto. Admite que te encuentras solo en tu propio camino de la vida y que tarde o temprano encontrarás compañeros viajeros, con quien compartirás tus perspicacias como iguales. Algunos de ellos fungirán temporalmente como mentores o guías. Pero mantén presente que las relaciones se deteriorarán en el momento que que abandones tu propio discernimiento, en el instante que que dejes de tomar tus propios riesgos.

De otra  manera ¿cómo podrás saber cuando hablan insensateces, como de vez en cuando todos lo hacemos? ¿cómo te darás cuenta de que te están manipulando, como probablemente lo hagan si ven que no te puedes sostener tú solo? Hasta puede ser que así lo hagan porque te amen.

¿cómo podrías saber que tipo de amor es ese?

Author: Stephen Schettini

Host of The Naked Monk

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *